Sabemos que ver (y hacer) crecer marcas/proyectos que creen en lo mismo que tú, es realmente emocionante y le da sentido a nuestros dones, talentos, trabajos o como lo llames tú.
Por eso, intentamos conocer un poco más a nuestros candidatos freelance antes de organizar los equipos de trabajo.
Pero así como seleccionamos cuidadosamente a nuestros colaboradores, también buscamos clientes que nos emocionen. Buscamos marcas con propósito, divertidas, conscientes, sociales y sostenibles... En resumen, lo que podríamos llamar "clientes soñados".
Entendiendo que la idea de un "cliente soñado" ha evolucionado.
Ya no se trata solo de presupuestos despampanantes que llenen nuestros portafolios de ego, sino que nos conecten con nuestro lado más humano, nos llenen de pasión y orgullo (si además tienen presupuestos despampanantes genial jeje).
Y nos permitan tener libertad de ser FREELANCE desde nuestro Nido.